De una observación sostenida y minuciosa hacia la Naturaleza, surge mi trabajo. Ella marcará el punto de partida de un recorrido que tuvo la especial particularidad de ser atravesado por la pandemia. Dando origen a “Crisálida “ una instalación artística de carácter íntegramente sustentable, teniendo en cuenta las restricciones propias del confinamiento.
Siguiendo mi camino de búsqueda en la representación, se me presenta como fuente inagotable de inspiración, la maravillosa biodiversidad de la flora y fauna de nuestros Esteros del Iberá. Donde la vital fuerza de cada especie excede todo marco de contención que puede darle un bastidor.
AGALMA representa en mí un hallazgo. Es haber encontrado un tesoro escondido, esa partícula divina que habita en nuestro interior y está presente en cada detalle de la naturaleza. Para qué podamos de esta manera reconocernos y conformarnos así en un TODO.